Entradas populares

jueves, 28 de octubre de 2010

Armas

 Kelly

Considero algunas piezas como hermosas joyas, obras del ingenio de artesanos y mecánicos, y por supuesto, hago abstracción de su finalidad letal cuando las considero objetos decorativos, para figurar en una panoplia, como mismo se coloca una katana de samurai o la lanza y el escudo de un guerrero zulú.
Resulta comprensible, al menos para los terrícolas del presente, que un policía porte un instrumento defensivo, o que los soldados deban poseer armamento para guardar la soberanía y la integridad de las naciones.
Sin embargo, a pesar de esa especie de admiración platónica, me resulta difícil asimilar el hecho de que por cada cien ciudadanos de los Estados Unidos, existan 90 armas de fuego.
¿Imagina usted cuántas personas irritables, cuántos inadaptados sociales y delincuentes, cuántos jóvenes con problemas de conducta, cuántas frustraciones se dan en el seno de cualquier sociedad?
En la tierra de hombres de paz como Martin Luther King, Abraham Lincoln o Lucius Walker es fácil canalizar una rabieta en forma de disparos mortales.
No sorprenden entonces las noticias que menudean en los medios de comunicación yankis, relatando masacres en escuelas, gasolineras o supermercados, bombas en edificios de apartamentos, tiradores ejecutando personas al azar con un fusil de combate.

Guerra

 Yeidsson Nava

La nación que más guerras ha declarado y enfrentado en el siglo XX y lo que va del siglo XXI es Estados Unidos. A diferencia de otras civilizaciones, ese país emprende acciones bélicas con los elementos de ataque y defensa más sofisticados que la humanidad haya visto, también los más costosos.
 Dwight Eisenhower, presidente de los Estados Unidos entre 1952 y 1960, advirtió de que la industria militar estadounidense y su influencia en la política, podría llevar a ese a país a guerras constantes, con el propósito del lucro de estas empresas.
El expresidente sostuvo también, en su discurso de despedida del 17 de enero de 1961, que en su condición de militar de alto rango conocía esta industria y cómo mantenerla moderada, pero que el presidente siguiente (se refirió a John F. Kennedy sin aludir a él) quizás no tendría el mismo dominio de la forma en que estos fabricantes manipulan el aparataje político y empresarial.
Eisenhower dijo en múltiples ocasiones que cada misil que un barco de guerra disparaba era un robo para los que tienen hambre, por las cuantiosas sumas de dinero que Estados Unidos invertía en ese tiempo (y en este) en armamento.
Cada vez que el Congreso de Estados Unidos se debate entre el aumento de presupuesto para conflictos bélicos, lo que supone más dinero destinado a la compra de armas, el senador que quiere ser presidente se ve influenciado, el empresario que quiere grandes clientelas se disuade, el periodista que quiere su noticia en primera plana se amordaza.
He allí el poder de las empresas que fabrican armamento, influencia que por décadas ha llevado a muchos jóvenes a la muerte.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Ya me hice mi blog ;D

quien sabe como poner el numero de telefono en el gmail para q lo acepte, que me aparece siempre numero invalido???